Es primavera (aunque no lo parezca), hoy se adelantan los relojes y habrá más horas de luz, es tiempo por tanto de guitarras cristalinas, armonías vocales de ensueño y melodías perfectas. Tiempo de canciones como esta joya de Teenage Fanclub extraída de su byrdsiana obra maestra Songs from Northern Britain.
Siempre me ha parecido muy curiosa la percepción que de su propia obra suelen tener los artistas, más allá del tópico de las promociones que su último trabajo siempre sea del que están más orgullosos (qué van a decir!) pienso en los comentarios de, por ejemplo, Mick Jagger sobre el Exile o del caso que nos ocupa. Y es que Waits siempre ha pasado muy por encima de lo que para mí (a ver si vamos a ser los fans los de las curiosas percepciones...) es una obra maestra, pequeña, si se quiere, pero una obra maestra.
Un disco emocionante hasta el tuétano, de atmósfera noctámbula que se abre con ese himno a la libertad sobre ruedas que es "Ol´ `55" y a la que sigue la inmortal "I hope that I don´t fall in love with You", todo congoja y sensibilidad.
"Virginia Avenue" huele a asfalto mojado y a vagabundear bajo el neón y qué decir de "Martha"; puede haber alguien que no se conmueva con la historia de amor del viejo Tom Frost, enamorado 40 años de su antigua chica.
Menos mal que antes que las lágrimas nos ahoguen llega el ritmo chispeante de "Ice cream man" porque al igual que los protagonistas de estas canciones no podremos escapar de nuestra melancolía y antes de echar el cierre el piano y las cuerdas de "Grapefruit Moon" nos volverá a inundar llevándonos otra vez a un paseo nocturno por nuestros recuerdos.
2) After The Gold Rush 3) Rust Never Sleeps 4) Harvest 5) On The Beach 6) Everybody Knows This Is Nowhere 7) Zuma 8) Comes A Time 9) Ragged Glory 10) Neil Young
P.D. Me encantan las listas (mientras no se tomen como dogmas de fe, jajaja) así que espero que no sea la última.
Olvidad los anuncios de TV y las canciones para bandas sonoras de los 80 porque Stevie Wonder en los 70 estaba tocado por una varita mágica y podía mirar de tú a tú a cualquier músico o grupo que se os ocurra.
En competencia creativa con Marvin Gaye al inicio de la década dieron un "golpe de estado" en la Motown; a partir de ahora ellos decidirían cuándo, cómo, con quién y qué iban a grabar, sus álbumes formarían un todo diciendo adiós a las meras recopilaciones de singles junto a material de relleno y la música negra ya no volvería a ser la misma.
Talking Book ve la luz en 1972 y supone la primera de las obras maestras que nos brindará en la década. El disco se abre con "You are the sunshine of my life", himno sobre la capacidad redentora del amor donde Wonder exhibe todos los registros posibles. Éste, el amor, es el tema principal del disco aunque siempre tratado desde distintas ópticas (su divorcio estaba muy reciente) y así el siguiente tema "Maybe your babie" es un funk de más de 6 minutos donde los teclados crean una atmósfera densa, fangosa ya que aquí el amor muestra su cara más paranoica. Esta dualidad se repite a lo largo de toda la obra ("Tuesday heartbreak", "You´ve got it bad girl", la jazzy"Lookin´ for another pure love" con la guitarra de Jeff Beck...). "You and I", con la voz de Wonder flotando sobre un delicado piano y unos etéreos teclados puede que sea un ejemplo de lo que los detractores de su música califican de "wonderismos", para mí es una de las razones por las que este disco ha quedado tatuado en mi interior desde que llegó a mis oídos y es que no se me ocurre una manera mejor de reflejar la fragilidad del amor y sus anhelos.
Pero también tenemos temas de corte más reivindicativo y social como la funky"Superstition" y la tribal "Big brother" donde Stevie Wonder se lamenta de los políticos que únicamente pisan el ghetto para recaudar votos.
Para finalizar queda "I believe", un tema épico sobre la fe en que el corazón roto hallará algún día su cura, simplemente uno de los mejores temas de toda la historia para cerrar uno de los discos más emocionantes que uno ha podido escuchar.
He de decir que empiezo "esto" del blog con mucho respeto y reticencias, pues si por un lado después de mucho tiempo como lector me hacía ilusión empezar mi propia bitácora, sin pretensiones, sólo por darme el gustazo, por otro pienso que ya hay muchos y muy buenos blogs y que no tengo nada que aportar (y para que negarlo, soy un negado para las "nuevas tecnologías"). Esta sensación se acentuó, no me preguntéis porqué, al publicar mi primera entrada pero he ahí que esta mañana entro un momento en mi blog y veo que han dejado un comentario y , es más, un seguidor...y no cualquiera (de verdad que no es peloteo) sino..Joserra de RockandRodri Land, un simple saludo pero qué demonios me ha hecho mucha ilusión así que...thanks!!!
Casualidad o no estos días me hice con el Muswell Hillbillies de sus/mis adorados The Kinks de manera que he pensado que no le molestaría ver su nombre "asociado" al de los hermanos Davies y cía.
Ah! que tal el disco me diréis, pues tras haberle pegado únicamente una primera escucha ayer por la tarde, otra joya como el Arthur, como Village Green, Something Else, como Lola...
La primera entrada del blog tenía que estar dedicada a Elvis y nada mejor que el primer disco que me compré de él y que documenta su vuelta a los escenarios. La primera parte del album la protagonizan las adrenalínicas versiones que de su material de los 50 lleva a cabo el Rey secundado por la maravillosa guitarra de James Burton y la explosiva batería de Ronnie Tutt. Así podemos deleitarnos con una espectacular "Blue Suede Shoes" que no llega a los 2 minutos o un "Hound Dog" casi punk aunque tal vez mi momento favorito sea esa "My Babe" con los "oh, god" del de Tupelo y los gritos del público femenino.
En la segunda cara del disco sin embargo son los nuevos temas los protagonistas destacando el fetiche "In the Ghetto" y una incomensurable "Suspicious Minds" de...7 minutos y medio!!! donde Elvis demuestra que cantaba mejor que nunca y que no tenía rival sobre las tablas. Para terminar, cómo no, la emocionante "Can´t Help Falling in Love", eso sí, no sin antes repartir besos entre las mujeres de la audiencia.
